CARTOLAS o ARTOLAS, alav., vizc., ‘aparato que, en forma parecida a las aguaderas, y compuesto de dos asientos, se coloca encima de las caballerías, para que puedan llevar dos personas’, del vasco kartola-k, artola-k, íd., probablemente emparentado con el cat. occid. cartre ‘cuévano’, ‘cada uno de los cuévanos de las angarillas’; todos ellos vienen probablemente del gr. κάρταλλος ‘cesto’.
V. mis notas en
BDC XXIII, 282-3; y
Homen.
a Rubió i Lluch III, 313; detalles sobre la voz vasca en
BDC XXIII, 67, 174. Como palabra latina,
cartallum se halla en varias glosas conservadas en mss. de los SS. VII-IX, y una forma más latinizada
cartellum (que ha dejado descendencia en Italia y Cerdeña) en uno del S. X. El cat.
cartre y su diminutivo
cartró se emplean en Andorra, Pallars, Ribagorza, Fraga y Maestrazgo, también en el aragonés de Venasque, y el derivado
caltrizas ‘angarillas de dos cestos de mimbre’ en el de Litera (Coll A.) y particularmente en Binéfar (
ZRPh. XLV, 223); el cat.
cartre es por lo común femenino (quizá por influjo de los sinónimos
panera o
cistella), pero masculino en Tamarite y en Venasque. Para la caída de una
k- en vasco, vid.
CAMORRA. Corrupción del mismo vocablo será el alto-arag. central
escarceles ‘cuévanos para trasportar el abono animal en caballerías’ (
ZRPh. LV, 591); y el diminutivo
cartró ya se lee en doc. de 1373 (Miret i Sans,
Templers, 556). Supone Baráibar que (
k)
artolak venga de los elementos vascos
arte ‘entre’, ‘en medio’, y
olak ‘tablas’, pero aun admitiendo que
arte sea de las palabras que perdieron una
k- inicial, esta etimología vasca no es posible porque las normas de composición de este idioma exigirían que se formara
*ol-arte-ak y no
art-ol-ak1. H. Gavel,
Eusko-Jakintza IV, 29ss., fijándose en el gascón
cartaula «planche de char» propone la etimología
CARRI TABULA. Pero las palabras con que yo lo relaciono tienen sentido mucho más cercano y es etimología más satisfactoria.